Hechos del Tayrona

Solo yendo solo, en silencio, sin equipaje, puede uno realmente entrar en el corazón de la naturaleza. Todo los otros viajes son mero polvo y hoteles y equipaje y charla


John Muir. 

Fundador Yosemite

National park  

Hace algún tiempo tuve la maravillosa oportunidad de vivir el Tayrona. Si, vivir, no visitar  sino de vivir dentro del parque durante mes y medio por medio del programa de guardaparques voluntarios de la Unidad de Parques Nacionales Naturales de Colombia (UAESPNN). Hoy siento la necesidad de que este primer post sea un resumen de mi experiencia pues el día que me despedí del Parque, también me despedí de un pedazo de mi corazón.

Para mí, Bogotana de nacimiento y Valluna de corazón los días en el parque fueron días de abrir los ojos a la realidad del Caribe colombiano, de observar sus problemáticas sociales (violencia, pobreza), de enfrentarme a los retos que tiene la conservación en Colombia y de entender las dificultades por las que pasa la UAESPNN (entidad encargada de su manejo y administración).




El Tayrona fue declarado parque nacional en 1964 y sin embargo solo el 5% de sus tierras son del estado. Esta situación, trae una avalancha de conflictos sociales y políticos que son agravados por la violencia que se vive en el Caribe Colombiano.  Construcciones ilegales, nuevos colonos, falsos títulos de tierras, guerra de poderes, procesos demorados, amenazas a los funcionarios, entre otros son los problemas que más seriamente afectan la gobernabilidad de la unidad de parques y al final, la conservación del ecosistema. El reto de conservar el Tayrona es  tan grande, que hay muchos quienes aseguran que en unos años las playas del Tayrona se convertirán en otro Rodadero. Link articulo del espectador aqui.

En el 2005, con el fin de mejorar su gestión la UAESPNN concesionó a la empresa Aviatur los servicios  “eco”turísticos que se prestan en el parque. Esto significa que ahora Aviatur presta los servicios turísticos y mantiene las instalaciones que involucran dichos servicios (“eco”habs, cabañas y hamacas concesionadas, parqueadero, “eco”tienda y entradas). La concesión ha permitido que las instalaciones antes decaídas y abandonadas ahora luzcan nuevas y bien mantenidas y  que los funcionarios de la UAESPNN puedan dedicarse a su función principal: la conservación del parque.

Como consecuencia, los precios, al igual que la afluencia de visitantes se han incrementado considerablemente; el negocio por su puesto es más lucrativo. Y aunque las cosas han mejorado, el parque aun se encuentra muy lejos de ofrecer un verdadero ecoturismo. Las mejoras (y quien haya visitado el Tayrona puede dar fe de esto) han sido únicamente en las instalaciones turísticas que usa la concesión y estas aún no son 100% ecológicas.

En mi estadía observé con preocupación que no existe una visión de negocio ambiental y socialmente sostenible, lo cual es intolerable en un negocio eco turístico. La concesión no hace el menor esfuerzo por reforzar la información ambiental que se le da al turista, y mucho menos procura difundir los descuentos disponibles para personas de estratos uno y dos y estudiantes, la electricidad es generada por una planta eléctrica de diesel, el manejo y disposición de basuras ha mejorado, pero debe enfocarse de una mejor manera, en las playas cañaveral, castilletes, la gumarra y en los senderos se ve a diario una cantidad considerable de residuos sólidos, tanto traídos por los ríos como generados por el turismo, al respecto, durante mi estadía pude ver que Aviatur no dedica recursos a la sencilla tarea de mantener las playas limpias, sin embargo se que la unidad está haciendo un plan para cambiar esto y al parecer ya se están tomando acciones al respecto.

Esta de más decir que un negocio en un parque nacional natural debe ser eco turístico. Conceptos como Triple bottom line y sostenibilidad deben hacer parte de los informes de gestión de cualquier empresa que concesione los servicios turísticos de un parque nacional. Limitarse a obtener lucro es una visión limitada de negocio y en el mediano plazo terminara por cobrarle con creces. Y aunque dentro del parque existen otros tantos actores más pequeños que también generan impacto, si Aviatur, que tiene solidez financiera, logra implementar en un 100% el concepto de sostenibilidad, los cambios por parte de los otros prestadores de servicio serán una consecuencia.  

El ecoturismo, más que un negocio debe ser una forma de conservación y los turistas lo saben por eso ellos constantemente se quejaban por la falta de “eco” dentro en el Parque, de no haber aprendido mayor cosa sobre la importancia del ecosistema, de ver una planta eléctrica de diesel, lugar de otra fuente de energía más ecológica, de no tener toda la información necesaria para acceder a los descuentos, en la entrada a palangana se quejan de pagar injustamente una entrada y ni siquiera tener un buen servicio de baño, de ver el parque acabado y mas intervenido. Los turistas se van con una visión de que el negocio está explotando INsosteniblemente los recursos parque y terminará alterando aún más el balance de este hermoso ecosistema.

Defendamos el unico pedacito de tierra donde ellos, por ley, tienen derecho a habitar sin temores